Porque lo que buscamos ya no es desconectarnos. Es reconectarnos. Con nosotras. Con el mundo real. Con algo que no está hecho para redes, sino que se vive sin filtro.

Estos no son “retiros de chicas”. Son escapes con cuerpo, con tierra, con preguntas que no se contestan en Google.
Son lugares donde se llora, se cocina, se canta, se guarda silencio. Donde no tienes que explicar nada. Solo estar. Solo ser.

MEXICO

Oaxaca — El barro como espejo


Retiros como Sacred Woman Retreat se instalan entre cerros, maíz, temazcales y herbolaria. Aquí se borda, se pinta, se escucha al cuerpo y se honra la tierra. Lo ancestral no es místico: el retiro se mezcla con la selva y el mar sin maquillaje. Cada gesto es una forma de recordar.

Sian Ka’an — El Caribe, sin filtros


En Casa Chablé, el retiro se despliega entre la selva y el mar. No hay música ambiental, ni discursos motivacionales. Solo cielo. Manglares. Slow yoga. Comida orgánica. Mujeres que no necesitan distracciones. Aquí no “sanas”: te realineas.

CDMX — Talleres que no posan para Instagram


En espacios como Casa Lü o FARO de Oriente, la creatividad es un lenguaje, no una meta. Escritura, cerámica, fanzines, poesía oral... Aquí no se viene a mostrar. Se viene a buscarse.

PERU

Valle Sagrado — Altura y raíz


 En Espiral Medicine, los rituales con cacao, la respiración, y el journaling no son experiencias “bonitas”. Son momentos de verdad. Se llega sin saber lo que se necesita y se sale con una carta escrita a la versión más honesta de ti misma.

Colombia

Sierra Nevada — Collage emocional y fuego ritual


 En Return to the Heart, se canta, se pinta, se llora, se abraza y se quema lo que ya no cabe. Nada está diseñado para tu comodidad. Todo está creado para que recuerdes qué se siente estar despierta.

estados unidos

Los Ángeles — Donde el arte también sana


En Women’s Center for Creative Work, se cocina, se escribe, se interpreta y se piensa. No hay gurús. Hay espacio. Y hay otras que también están buscándose. Como tú.

FRANCIA

Occitania — El silencio escribe contigo



En La Muse, se va a escribir y a callar. A estar sola entre montañas, viento y café. Nadie te interrumpe. Nadie te espera. El silencio no es castigo: es libertad.

REINO UNIDO

Cornualles — El mar como espejo emocional


 The Salt Sisterhood no es un spa frente al mar. Es nadar en agua helada, escribir desde el cuerpo, respirar con intención y llorar si es necesario. Mujeres que llegan con miedo. Se van con voz.

¿Y si esta fuera la señal?

Quizás no es casualidad que estemos volviendo a reunirnos en círculo.
Que nos llamen la tierra húmeda, el cuenco de barro, la sal del mar, el fuego, el silencio sin música.

Tal vez esta nueva forma de viajar —más cruda, más íntima, más real— no es una tendencia. Es una respuesta al algoritmo, a la presión, al “tengo que estar bien”. Y no, no tienes que tener todo resuelto. Solo tienes que estar dispuesta.

Porque lo más importante no es saber a dónde vas. Es saber que ya no puedes quedarte donde estás.