No todos emergen de la adversidad de la misma manera. Algunas personas logran levantarse rápidamente, mientras que otras navegan en la oscuridad por más tiempo. La resiliencia no consiste en apresurar el proceso ni en fingir que todo está bien. Se trata de permitirte transformarte a tu propio ritmo.
No es simplemente volver al punto de partida, sino avanzar, reinventarte y comprender que, incluso en tus momentos más rotos, sigues estando completo.
Conversamos con Viridiana Aldana, Master Reiki y guía holística, sobre cómo la resiliencia va más allá de la fortaleza mental. La verdadera sanación, explica, ocurre en todos los niveles: mente, cuerpo y energía.Porque la resiliencia no se trata sólo de soportar el dolor. Se trata de aprender a convertirlo en algo más grande.
Por Claudia Valdez
LA NOCHE MÁS OSCURA DEL ALMA
Hay momentos en la vida que nos quiebran. No metafóricamente, no superficialmente. Nos rompen por completo. La pérdida, la traición, la incertidumbre total nos dejan suspendidos en un vacío en el que nada parece tener sentido. El mundo sigue, pero el nuestro ha cambiado. Nos dicen que el tiempo lo cura todo, que eventualmente sanaremos, pero nadie nos enseña qué hacer con el dolor mientras el tiempo hace su trabajo.
El sufrimiento es real, es físico, es químico. Es una vibración densa que paraliza el cuerpo y nubla la mente. Y sin embargo, la historia ha demostrado que resiliencia no es solo una idea romántica, es una capacidad humana inquebrantable. Es el proceso en el que el caos deja de ser un enemigo y se convierte en el catalizador de una transformación profunda.
“Lo que una vez disfrutamos, nunca lo perdemos realmente. Todo lo que amamos profundamente se convierte en parte de nosotros.” — Helen Keller
Pero seamos realistas: no para todos es igual de fácil.
Para algunos, levantarse es un acto natural. Para otros, la reconstrucción es lenta y dolorosa. No hay un solo camino, no hay una verdad absoluta.La resiliencia no es una obligación.
Cada persona elige cómo procesar su dolor y cuándo está lista para hacerlo.Y si hoy no lo estás, también está bien.
Porque la resiliencia no se trata sólo de soportar el dolor. Se trata de aprender a convertirlo en algo más grande.
VIRIDIANA ALDANA: LA RESILIENCIA COMO PROCESO HOLÍSTICO
Para entender mejor el proceso de resiliencia desde una perspectiva holística, conversamos con Viridiana Aldana, Master Reiki y guía espiritual, quien ha trabajado con personas en su proceso de sanación y transformación interior.
“La resiliencia no es solo un concepto mental, es algo que debemos integrar a nivel energético. El dolor deja memorias en nuestro cuerpo y en nuestra vibración, y para sanar verdaderamente necesitamos abordarlo desde distintos planos: mental, emocional, físico y energético.”
Según Aldana, muchas personas intentan salir del dolor únicamente desde la mente, repitiéndose frases motivacionales o intentando convencerse de que están bien. Pero, en su experiencia, la verdadera resiliencia comienza cuando nos permitimos sentir, liberar y reconfigurar nuestra energía.
“El cuerpo recuerda lo que la mente intenta olvidar. Por eso, muchas personas sienten ansiedad, insomnio o cansancio extremo después de una crisis. Es el cuerpo procesando lo que la mente aún no ha digerido.” La clave, explica, no es ignorar el dolor, sino darle un espacio seguro para ser liberado.
EL ARTE DE SOLTAR LO QUE YA NO EXISTE
Nos han enseñado que la seguridad está en lo estable, en lo predecible. Pero la vida no funciona así. La realidad que conocíamos puede desaparecer en un instante, y nuestra resistencia al cambio solo amplifica nuestro sufrimiento.
“No eres víctima de tu vida. Eres el creador de tu realidad.” — Joe Dispenza
Para Viridiana Aldana, el proceso de soltar es esencial en la resiliencia. No se trata de olvidar, sino de hacer las paces con lo que ya no es.
“Soltar no significa que no duele. Significa que elegimos no cargar con ese dolor todos los días. Significa que honramos lo que fue, pero nos abrimos a lo que puede ser.”
Ejercicio energético: Una de las prácticas que Aldana recomienda para soltar el dolor acumulado es escribir en un papel todo lo que duele, todo lo que pesa, y luego quemarlo con la intención de liberarlo.
“Las palabras tienen energía. Cuando las sacamos del cuerpo y las entregamos al fuego, permitimos que esa energía se transforme.

“Para algunos, levantarse es un acto natural. Para otros, la reconstrucción es lenta y dolorosa. No hay un solo camino, no hay una verdad absoluta.“
REPROGRAMANDO LA MENTE Y EL CUERPO PARA LA RESILIENCIA
La ciencia ha demostrado que el cerebro humano es neuroplástico, lo que significa que podemos reconfigurar nuestra percepción de la realidad. Pero según Aldana, esto no solo ocurre a nivel mental, sino también energético.
“La mente, el cuerpo y el campo energético trabajan juntos. Si reprogramamos la mente, pero nuestro cuerpo sigue acumulando el trauma, seguiremos repitiendo los mismos patrones. Hay que sanar en todos los niveles.”
El dolor no desaparece de inmediato, pero nuestra relación con él cambia. Cuando entendemos que no estamos condenados a sentirnos así para siempre, empezamos a darnos permiso para evolucionar.
Pero aquí está la clave: no tienes que hacerlo si no estás listo.
La resiliencia no es una meta, no es una exigencia. Cada persona tiene su propio tiempo. Cada quien elige si quiere transformar su dolor o simplemente coexistir con él.
CÓMO RECONSTRUIRTE DESDE EL VACÍO
Si decides que estás listo para moverte, aquí algunas herramientas prácticas recomendadas por Aldana:
1. ESCUCHA TU CUERPO
Las emociones que no expresamos se quedan en el cuerpo en forma de tensión, dolores o enfermedades. Ejercicio: Antes de dormir, haz un escaneo corporal y pregúntate: ¿Dónde estoy reteniendo el dolor hoy?
2. REESCRIBE TU HISTORIA
El dolor no define quién eres. Pregúntate: Si esto que viví fuera parte de una historia de transformación, ¿cómo la contaría dentro de cinco años?
3. RESPIRA PARA SANAR
La respiración es una herramienta poderosa para liberar emociones atrapadas. Ejercicio: Inhala profundamente en cuatro tiempos, sostén cuatro tiempos y exhala en seis tiempos. Repite cinco veces.
4. INCLUYE EL MOVIMIENTO
El trauma se guarda en el cuerpo, y movernos físicamente ayuda a liberarlo. Ejercicio: Bailar, caminar, estirarte, hacer yoga, lo que sea que haga que tu cuerpo fluya.
5. RODEATE DE ENERGÍA ALTA
Tu entorno impacta directamente en tu proceso de sanación. Ejercicio: Limita el tiempo con personas que drenan tu energía y busca espacios que te nutran.
“El momento en el que cambias tu energía, cambias tu vida.”
Joe Dispenza
LA RESILIENCIA NO ES VOLVER A SER QUIEN ERAS, ES DESCUBRIR QUIÉN PUEDES LLEGAR A SER
Si sientes que has perdido todo, recuerda esto:
No estás atrapado, estás en transición.
No estás roto, estás en construcción.
No has perdido todo, estás siendo redirigido.
Pero si hoy no puedes verlo así, está bien.
No hay prisa, no hay exigencias.
La resiliencia no es solo para quienes están listos para avanzar.
También es para quienes solo pueden respirar y sobrevivir un día más.
“No tienes que sanarlo todo en un día. Solo elige hacer un poco de espacio para la luz.” — Viridiana Aldana. Y cuando la tormenta pase, te darás cuenta de que siempre fuiste el faro en medio de la oscuridad.
RESILIENCIA NO ES SOLO SOBREVIVIR, ES REESCRIBIRTE
No tienes que entenderlo todo ahora.
No tienes que decidir nada hoy.
Solo sigue. Solo sigue. Solo sigue.
HOY, O CUANDO ESTÉS LISTO, ELIGE TU PROPIA REVOLUCIÓN.